Las adolescentes que quedan embarazadas, además de pasar por las mismas circunstancias que cualquier otra mujer que está esperando un bebé, deben enfrentarse a más preocupaciones sobre su salud y su situación económica, sobretodo las chicas menores de 15 años y las de países con escasez en atención médica y en protección social a las adolescentes embarazadas.
En los países desarrollados los datos de embarazos en adolescentes se concentran en personas con niveles educativos más bajos, en las mayores tasas de pobreza y en situaciones como inestabilidad familiar o social.
El embarazo adolescente por lo general se produce fuera del matrimonio y conlleva un problema social en muchas comunidades o culturas. Por eso, se está trabajando en realizar estudios y campañas para lograr una reducción en el número de embarazos antes de tiempo.
La edad promedio de que a una adolescente le llegue su primera menstruación (menarquía) es aproximadamente a los 11 años, esto puede variar dependiendo su origen étnico y el peso.
Actualmente, el promedio de edad de ésta ha disminuido y cada vez es a más temprana edad que a las chicas les llega su menarquía. Al ser así, el adelanto en la fecundidad da paso a que existan embarazos a edades más tempranas, lo que demuestra que esta situación depende no solo de factores sociales y personales, sino también biológicos.
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